Subiendo desde el monasterio, por unas escaleras labradas a mano en la piedra, llegamos hasta la ermita de San Miguel, la edificación más alta del cerro , la primera vez que intente acceder a ella la vegetación me lo impidio, las zarzas y jaras se han apoderado del camino.Muy escasa informacion se encuentra sobre esta ermita, su construcción se llevó a cabo a la vez que se construyera el primigenio monasterio sobre el año 1.375.Unas escaleras labradas en la piedra nos dan acceso hacia ella.
Escaleras labradas en la piedra.
El camino de acceso a la ermita discurre,entre pinos,castaños y moreras,grandes rocas actúan de guardianes impasibles en el tiempo.
Rocas en el
El camino de acceso a la ermita discurre,entre pinos,castaños y moreras,grandes rocas actúan de guardianes impasibles en el tiempo.
Paisaje desde las escaleras de acceso a la ermita.
El camino de acceso a la ermita discurre,entre pinos,castaños y moreras,grandes rocas actúan de guardianes impasibles en el tiempo.
Llegando a la ermita.
La ermita de San Miguel es de estilo Neoclásico, y su planta es cuadrada y no superior los 30 metros , su estado es bastante ruinoso conservándose solo de ella los muros exteriores,sobre la puerta de acceso aun se pueden ver talladas en la piedra un escudo del marquesado de Villena, cabe recordar que el primer marques de Villena paso largas temporadas en el monasterio, y era un gran amante de la alquimia y la astrología, esto le causó fama de nigromante y hechicero,muchos aseguran que esta ermita le sirvió para llevar a cabo muchas de sus funciones.
Detalle escudo marquesado de Villena.
La ermita por dentro se encuentra destechada, solo quedan los nervios que soportaban el tejado, las paredes están labradas con rosetones, símbolos alquimistas según aseguran varios historiadores.
Detalle rosetón.
Detalle rosetón.
En el interior de la ermita hay una ventana, la cual nos ofrece unas vistas espectaculares tanto del valle, como del claustro del monasterio visto desde arriba.
Ventana de la ermita.
Vista desde la venta.
Vista desde la ventana de la ermita.
Nos marchamos del lugar, con el mismo sabor agridulce que nos creo el monasterio, esperando que la diputación actúe para preservar este lugar tan bello y mágico.
buenos detalles!!
ResponderBorrarMuchas gracias , un saludo!!!
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